Una vez el sultán iba cabalgando por las calles de Estambul, rodeado de cortesanos y soldados. Todos los habitantes de la ciudad habían salido de sus casas para verle. Al pasar, todo el mundo le hacía una reverencia. Todos menos un derviche arapiento.
El sultán detuvo la procesión e hizo que trajeran al derviche ante él. Exigió saber por qué no se había inclinado como los demás.
El derviche contestó:
– Que toda esa gente se incline ante ti significa que todos ellos anhelan lo que tú tienes : dinero, poder, posición social. Gracias a Dios esas cosas ya no significan nada para mí. Así pues, ¿por qué habría de inclinarme ante ti, si tengo dos esclavos que son tus señores?.
La muchedumbre contuvo la respiración y el sultán se puso blanco de cólera.
– ¿Qué quieres decir? – gritó.
– Mis dos esclavos, que son tus maestros, son la ira y la codicia – dijo el derviche tranquilamente.
Dándose cuenta de que lo que había escuchado era cierto, el sultán se inclinó ante el derviche.
Fuente: tradicional sufi
es mui interezantee :)
xke esta mui kortitooo…
k bn xk es muy corto me gusto muchoooooooooooooooooooooooo guaooooooooooooooooooooooooooooooo att juanifer vargas soy hija de fernando vargas y juana quezada para el k no lo sababia jajajajajajajajajajajajabnjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjj
jajaja ta bonito
esta precios,,buen ejemplo ,,, aprendamos bien la leccion..gracias,,
me encanto el cuento porque el sultan se dio cuenta de que era muy estúpido