Subhuti era uno de los discípulos de Buda. Él pudo comprender la potencia del vacío – el punto de vista de que nada existe exepto en su relación de subjetividad y objetividad.
Un día, cuando Subhuti estaba sentado bajo un árbol en un estado de sublime vacío, empezaron a caer flores a su alrededor.
– Te alabamos por tu discurso sobre el vacío – le susurraron los dioses.
– Pero yo no he hablado del vacío, – dijo Subhuti
– No has hablado del vacío, no hemos oido el vacío – respondieron los dioses. Esto es verdadero vacío.
Y cayeron flores sobre Subhuti como lluvia.
Fuente: … Y llovieron flores, historias y enseñanzas Zen de Osho