Tajima no kami paseaba por su jardín una hermosa tarde de primavera. Parecía completamente absorto en la contemplación de los cerezos al sol. A algunos pasos detrás de él, un joven servidor le seguía llevando su sable. Una idea atravesó el espíritu del joven:
– A pesar de toda la habilidad de mi Maestro en el manejo del sable, en este momento sería fácil atacarle por detrás, ahora que parece tan fascinado con las flores del cerezo.
En ese preciso instante, Tajima no kami se volvió y comenzó a buscar algo alrededor de sí, como si quisiera descubrir a alguien que se hubiera escondido. Inquieto, se puso a escudriñar todos los rincones del jardín. Al no encontrar a nadie, se retiró a su habitación muy preocupado. El servidor acabó por preguntarle si se encontraba bien y si deseaba algo. Tajima respondió:
– Estoy profundamente turbado por un incidente extraño que no puedo explicarme. Gracias a mi larga práctica de las artes marciales, puedo presentir cualquier pensamiento agresivo contra mí. Justamente cuando estaba en el jardín me ha sucedido esto. Pero aparte de tí no había nadie, ni siquiera un perro. Estoy descontento conmigo mismo, ya que no puedo justificar mi percepción.
El joven servidor, después de saber esto, se acercó al Maestro y le confesó la idea que había tenido, cuando se encontraba detrás de él. Humildemente le pidió perdón.
Tajima no kami se sintió aliviado y satisfecho, y volvió al jardín.
Fuente: tradicional Zen
¿se puede sentir las intensiones (malvadas) de otros seres? Dicen que hasta los arboles presienten cuando les vienen a cortar … en este cuento zen Tajima no kami presiente el mal intuitivamente, aunque su mente no entiende de donde viene el mal. Saludo
ciertamente podemos percibir todo tipo de energías, gracias por compartir este relato
lo normal y natural es que todo esta conectado para lo bueno y lo malo, si de pequeño te adiestran a lo malo, pues lo bueno no sabes percibirlo bien del todo, otra cosa es tener una mente libre de toda influencia emocional, por esto su dicipulo no es una amenaza y en estos momentos de sufrimiento global y en ámbitos personales tan amplios, es más difícil, ser concreto en las intuiciones. De todas formas siempre comento que cuando percibo una intuición presto atención por si fuera mi imaginación y cuando tengo una imaginación presto muchaaaaa atención por si fuera una intuición, así atento observo hacia donde discurren los acontecimientos para actuar con mis mejores acciones a cada circunstancia.