Dos rabinos llegaron a un pueblo a predicar. Mientras uno hacía discursos eruditos de tipo dogmático, el otro compartía su fe a base de cuentos y de anécdotas. La gente abandonó pronto el primero para ir a escuchar al segundo. Aquel, después, abatido, se quejó a su compañero y recibió por respuesta esta parábola:
– Dos hombres llegan a una ciudad y se dedican a vender joyas. Uno vende perlas y piedras preciosas y el otro bisutería. ¿Quién crees que reunió más gente?
Maestro: evidentemente vende más quien vende bisutería, porque es lo que la mayoría puede comprar. Poco sirve decir verdades profundas si no están al alcance de los oyentes.
Fuente: autor desconocido