Durante las guerras civiles en el Japón feudal, un ejército invasor podía barrer rápidamente con una ciudad y tomar el control. En una aldea en particular, todos huyeron momentos antes que llegara el ejército; todos excepto el maestro de Zen.
Curioso por este viejo, el general fue hasta el templo para ver por sí mismo qué clase de hombre era este maestro. Como no fuera tratado con la deferencia y sometimiento a los cuales estaba acostumbrado, el general estalló en cólera.
-¡Estúpido!, – gritó mientras alcanzaba su espada-,
– ¡no te das cuenta que estás parado ante un hombre que podría atravesarte sin cerrar un ojo!
Pero a pesar de la amenaza, el maestro parecía inmóvil.
– ¿Y usted se da cuenta?, – contestó tranquilamente el maestro-
– ¿que está parado ante un hombre que podría ser atravesado sin cerrar un ojo?
Fuente: tradicional Zen
El poder del miedo desaparece cuando no hay miedo… pasando de la persona provocada al provocador. hay un ejemplo claro, todo depredador ante un animal acorralado da un paso atrás y una mujer con miedo a morir a manos de su marido, vive una muerte diaria, con el miedo como capa y la muerte anunciada como montera, solo atrasa lo inevitable… morir, sin miedo, vives la vida de otra forma de otra manera, el poder lo tienes tu y así generas tus circunstancias, finalmente mueres, es inevitable pero de otra manera, de una vida vivida… plenamente.