El discípulo se dirigió al maestro para tener un encuentro espiritual. El maestro le previno:
– Solo contestaré tres preguntas, amigo mío.
– Piénsalas muy bien
Tras unos instantes de reflexión, el discípulo preguntó:
– ¿Cuál es la verdad más profunda?
El maestro repuso:
– Un árbol en el jardín.
Entonces el discípulo preguntó:
– ¿Qué es la iluminación?
El maestro respondió:
– Un árbol en el jardín.
Consternado el discípulo preguntó:
– ¿Qué es la sabiduría?
Em maestro contestó:
– Un árbol en el jardín
Maestro: la sabiduría puede ser todo, pero a la vez es inasible a la mera conceptualización. Los maestros del oriente evitan dejarse atrapar por las preguntas de sus discípulos, puesto que si les responden de una manera conceptual no lograrán éstos salir de su circuito cerrado de la mente.
Fuente: cuento Zen del libro Cuentos espirituales de la China de Ramiro A. Calle