Zhu Pingman salió en busca de un maestro para aprender la mejor manera de matar dragones.
Encontró un maestro que le entrenó durante diez años seguidos, hasta que éste consiguió desarrollar a la perfección la técnica más sofisticada para matar dragones.
Desde entonces, Pingman pasó el resto de su vida buscando dragones para poder mostrar a todos sus habilidades. Para su desilusión, nunca encontró ninguno.
Maestro: todos nosotros nos preparamos para matar dragones y terminamos siendo devorados por las hormigas de los detalles, a las que nunca prestamos atención.
Fuente: Internet, autor Zhungzi
la vida transcurre siendo devorada por los detalles, buenisimo cuento.-