– ¿Dónde debo buscar la iluminación?.
– Aquí.
– ¿Y cuándo tendrá lugar?.
– Está teniendo lugar ahora mismo.
– Entonces, ¿por qué no la siento?.
– Porque no miras.
– ¿Y en que debo fijarme?.
– En nada. Simplemente mira.
– Mirar ¿qué?.
– Cualquier cosa en la que se posen tus ojos.
– ¿Y debo mirar de alguna manera especial?.
– No. Bastará con que mires normalmente.
– Pero ¿es que no miro siempre normalmente?.
– No.
– ¿Por qué demonios…?
– Porque para mirar tienes que estar aquí, y casi siempre no lo estás.
Fuente: ¿Quién puede hacer que amanezca? de Anthony de Mello