Un hombre tenía una mujer de carácter desabrido, sucia y mentirosa, que derrochaba todo lo que su marido traía a la casa.
Un día, este hombre, que era muy pobre, compró carne para obsequiar a sus invitados. Pero la mujer se la comió a escondidas, rociándola con un poco de vino. En el momento de la comida, el hombre le dijo:
– ¡Los invitados están aquí!
– ¿Dónde está la carne y el pan?
– ¡Sirve a mis invitados!
La mujer respondió:
– El gato se ha comido toda la carne.
– ¡Vuelve a comprar, si quieres!
El hombre tomó entonces al gato y lo pesó en una balanza. Encontró que el animal pesaba cinco kilos.
Exclamó:
– ¡Oh, mujer mentirosa!
– ¡La carne que he comprado pesaba también cinco kilos!
– Si acabo de pesar el gato, ¿dónde está la carne?
– Pero si es la carne lo que acabo de pesar, entonces …
– ¿adónde ha ido a parar el gato?
Fuente: 150 cuentos Sufies de Yalal Al-Din Rumi