Un avaro vendió todo lo que tenía de más y compró una pieza de oro, la cual enterró en la tierra a la orilla de una vieja pared y todos los días iba a mirar el sitio.
Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió averiguar que pasaba. Pronto descubrió lo del tesoro escondido, y cavando, tomó la pieza de oro, robándosela.
El avaro, a su siguiente visita encontró el hueco vacío y jalándose sus cabellos se lamentaba amargamente. Entonces otro vecino, enterándose del motivo de su queja, lo consoló diciéndole:
– Da gracias de que el asunto no es tan grave.
– Ve y trae una piedra y colócala en el hueco.
– Imagínate entonces que el oro aún está allí.
– Para ti será lo mismo que aquello sea o no sea oro, ya que de por sí no harías nunca ningún uso de él.
Maestro: valora las cosas por lo que sirven, no por lo que aparentan.
Fuente: fábula de Esopo, escritor famoso de la antigua Grecia
Jamas podrás usar el mañana hoy, el futuro se vive en cada instante, no hacer algo por lo que pueda ocurrir mañana, es perder el ahora, el amor platónico… no es amor, acumular comida para cuando falte, es tirar la comida, y así todo, el dinero que no se mueve, deja de ser útil para la vida, y empobrece la calidad de la existencia física de aquel que pasa necesidades por ahorrar dinero, que quizás nunca use, porque nunca ess momento adecuado para emplearlo y si padecer para guardarlo. un abrazo