Iba un hombre caminando por el desierto … cuando oyó una voz que le dijo:
– Coge del suelo los guijarros que quieras, ponlos en tu bolsillo y mañana te sentirás, a la vez, triste y contento.
Aquel hombre obedeció. Se inclinó, recogió un puñado de guijarros y se los metió en el bolsillo.
A la mañana siguiente vio que los guijarros se habían convertido en diamantes, rubíes y esmaraldas. Y se sintió feliz y triste. Feliz, por haber cogido guijarros; triste, por no haber cogido más.
Fuente: cuento del libro «Aplícate el cuento», relatos de ecología emocional de Jaume Soler y Mercè Conangla
Cómo seria la conclusion y que clase de dibujo puedo hacer referiendose a esta parábola
No siempre valoramos sufficientemente las cosas que aprendemos estudiando… es bastante habitual darse cuenta del valor un tiempo después (cuando las piedras se convierten en piedras preciosas).
PARA EL SER HUMANO NADA ES SUFICIENTE
Cuando estudiamos no valoramos los temas que nos enseñan los maestros en ese momento, nos damos cuenta de lo valioso cuando egresamos de la escuela (cuando las piedras se convierten en pan para el alma)
Regularmente cuando estudiamos no valoramos los temas que nos imparten los maestros, sino los valoramos cuando egresamos de la escuela (sino en el momento en que las piedras se convierten en pan para el alma)