Tres leones, cuento leyenda

Tres leones, cuento leyenda

«El poder de los cuentos», formación para educadores, docentes, psicólogos e instructores de mindfulness/yoga que quieren integrar a los cuentos en sus clases o en su práctica.   En la selva vivían tres leones. Un día, el mono, representante electo por los...

Miau, cuento Zen sobre el miedo

Un samurai, feroz guerrero, pescaba apacilemente a la orilla de un río. Pescó un pez y se disponía a cocinarlo cuando el gato, oculto bajo una mata, dio un salto y le robó su presa. Al darse cuenta, el samurai se enfureció, sacó su sable y de un golpe partió el gato...

La luciernaga y la serpiente

Cuenta la leyenda, que una vez, una serpiente empezó a perseguir con locura a una bella luciérnaga. El insecto iluminado huía con mucha velocidad de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir. Huyó un día, y ella no desistía, dos días y nada. En el...

Cachorro sabio

Un cachorrito de perro, perdido en la selva, vio un tigre que vino hacia él. Necesitaba urgentemente una idea que le salvase del tigre. Entonces vió unos huesos en el suelo y comenzó a morderlos. Cuando el tigre estaba a punto de atarcarle, el cachorro dijo en alto:...

Un Pollo de tres kilos

He aquí que un hombre entró en una pollería. Vio un pollo colgado y, dirigiéndose al pollero, le dijo: – Tengo esta noche en casa una cena para unos amigos y necesito un pollo. – ¿Cuánto pesa éste? El pollero repuso: – Dos kilos, señor. El cliente...

La charla ha terminado

Se cuenta la historia de un sabio que todas las mañanas hablaba a sus discípulos. Cierta mañana subió al estrado y, justamente cuando iba a comenzar a hablar, un pájaro se posó en la ventana y comenzó a cantar, con toda su alma. Después se calló y se fue volando. El...

Ratón guía, cuento de Rumi

Un ratón se apoderó un día de la brida de un camello y le ordenó que se pusiera en marcha. El camello era de naturaleza dócil y se puso en marcha. El ratón, entonces, se llenó de orgullo. Llegaron de pronto ante un arroyo y el ratón se detuvo. – ¡Oh, amigo mío!...